Gema se tiró en
este pozo de la casa de los Giannini para vencer una tentación.
Un día, cuando Gema había terminado de cenar, el demonio
se le apareció y resoplando rabiosamente la amenazó
con vencerla a cualquier costo con una tentación contra su
pureza. Gema se puso pálida, levantó las manos al
cielo, y sin dudar corrió directo hacia un pozo hondo en
el jardín. Era invierno y el agua estaba congelada. Hizo
la señal de la cruz y se tiró. Muy ciertamente se
habría ahogado de no haber venido una mano invisible en su
ayuda y sacado del agua tiritando.
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