Sta. Gema tenía
una tremenda devoción a la Sagrada Eucaristía, y una
vez escribió a su Director Espiritual: "Si usted pudiera
ver, probar y dares cuenta de los Buenos regales que Jesús
me da, le digo Padre que no hay un minuto en que no sienta yo su
querida presencia. El se revela a sí mismo siempre más
amoroso. Hoy en la comunion El fue casi juguetón; El dijo
"Mira Gema, tengo en el corazón un hijita a la que amo
mucho, y por quien yo también soy muy amado. Ella siempre
me está pidiendo amor y pureza, y yo, que soy el Amor y la
Pureza en sí, he prodigado en ella tantos de estos tesoros
como una creatura humana es capaz de poseer. Yo siempre he guardado
la pureza del corazón de esta niña como del corazón
de una escogida por el Esposo Divino mismo, y la he preservado como
un lirio sin mancho del paraíso en mi Amor Puro."
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