El "pequeño
relicario" aquí fotografiado en la casa de los Giannini,
era donde Gema ponía sus cartas selladas que su ángel
guardian tomaba y después entregaba a la persona para quien
la carta era a través de toda Italia. El Padre Germán
era un atónito destinatario de muchas de esas cartas llevadas
por el ángel de Gema. El escribe: "Siempre recibía
esas angelicas cartas fielmente. El hecho es inusual. Confieso que
para nada lo comprendo.
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